Si Steve Jobs levantara la cabeza… se daría cuenta de que por enésima vez, tenía razón. Aquél dispositivo delgado y portable que creó hace tres años y que muchos criticaron por pensar que con el smartphone era más que suficiente, a día de hoy ya ha vendido 170 millones de versiones, y se ha creado un movimiento que ya da de qué hablar: el tab-commerce.
El movimiento tab-commerce ya es una realidad y surge ante la necesidad de entender una nueva forma de hacer comercio en internet, donde movilidad y productividad se convierten en conceptos inseparables.
El tab-commerce cuenta con una tasa que casi dobla la de la población internauta general (36%), y NPD Display Search habla de un crecimiento del mercado de 240 millones de tabletas superando los 207 millones de ordenadores portátiles, en 2013. El incremento del tráfico de las webs proveniente de la tabletas se ha incrementado nada menos que un 348% en un año. Está previsto que en 2015 el volumen de comercio electrónico mediante estos dispositivos alcance los 31 billones de dolares.
Más allá de las cifras, la prueba más fidedigna es los hábitos de consumo de la población. Un niño prefiere jugar a Candy Crush o Angry Birds en su cama (y no en el PC de su mesa de estudio) y un viajero prefiere reducir los 2 kg de su portátil por algo más ligera y que lo mantenga conectado.
El tab-commerce habla por sí solo
Ante esta estimación Redbility, mediante la Universidad Internacional de la Rioja, ha desarrollado el #InformeTAB que cuenta las particularidades que hacen único a este dispositivo, atendiendo a las dimensiones más emocionales de los usuarios.
A pesar de ser el segundo contenido más consumido en la tableta con un 80%, sólo un 58% se descarga las aplicaciones relacionadas con la prensa. La mayoría prefiere consumir este tipo de contenido a través del navegador. Las más descargadas según el estudio son: las redes sociales (66%), juegos (59%) y utilidades (58%), aunque se utilizan muy poco una vez descargadas.
Mientras que los hombres hacen un uso más concentrado de las tabletas para comunicarse a través de sus redes sociales después del trabajo y en su casa, las mujeres las usan indistintamente y durante todo el día. En tres de cada diez hogares, los niños usan las tabletas, principalmente entre los 7 y los 12 años. Lo que supone un 77% de los hogares con niños (fuente INE).