Si hay un concepto que parece que está de moda en el e-commerce es el del dropshipping. Se trata de un modelo de negocio en el comercio electrónico en la que los productos no pasan por el vendedor, se envían directamente desde el mayorista por lo que no necesita ni tener stock ni preparar el proceso logístico.

A pesar de que parece que se trata de un modelo de negocio nuevo, el dropshipping ya lleva años implantado tanto en EE.UU. donde surgió, como en Europa, incluyendo España; si bien ha sido este último año cuando ha explotado como modelo de negocio.

De esta manera el usuario/cliente hace el pedido en la web y el ecommerce solo tiene que derivar esta orden de pedido al mayorista (también llamado dropshipper) para preparar el pedido y que éste pueda salir del mismo lugar.

En los últimos meses ha sido común oír muchas alabanzas sobre este modelo describiéndolo como uno de los más ventajosos dentro del comercio electrónico y, aunque es cierto que tiene numerosas ventajas también cuenta con algunos inconvenientes que se han de tener en cuenta.

Ventajas

  • Ahorro en infraestructura y coste de almacenamiento de productos
  • Menor inversión inicial al no tener que hacer los aprovisionamientos iniciales
  • Mayor facilidad para la puesta en marcha de la tienda online
  • Permite centrar los esfuerzos en la parte online (marketing online, SEO, SEM…) olvidándose de otros aspectos como la logística.

Inconvenientes

  • Menores márgenes comerciales, con lo que habrá que ajustar más el precio y por tanto, será más complicado ser competitivo.
  • Pérdida de valor diferencial, puesto que lo mismo que estás haciendo lo puede hacer tu competencia.
  • Imposibilidad de combinar diferentes proveedores en un mismo envío por lo que si un comprador quiere dos productos, tendrá que pagar dos gastos de envío normalmente.
  • Meno control sobre los pedidos y el envío, impidiendo elegir la forma de envío.

En definitiva, se trata de un modelo que sobre el papel parece “idílico” pero que hay que analizar previamente si es válido para el producto que se quiere poner a la venta, puesto que en ocasiones el mercado ya cuenta con varios actores que se dedican a ésta labor, lo cual hace más difícil la entrada. También se trata de un modelo de negocio muy utilizado en los marketplaces como eBay o Amazon.