La compra online, como un hábito que se está instaurando en la sociedad, se extiende poco a poco para cubrir la necesidad de adquirir los productos de alimentación que antes solamente podíamos obtener paseando por los pasillos del mercado del barrio o del supermercado.
Cuando se trata de comprar productos frescos, el panorama varía. Según un estudio presentado el pasado mes de septiembre por la consultora de transformación digital, The Cocktail, solamente un 17% de los españoles hace la compra de alimentos online, y de este grupo solo un 10% incluye productos frescos en sus pedidos electrónicos.
La principal razón que aportan los encuestados es que no tienen la oportunidad de seleccionar el producto, ver su estado o calidad, por lo que genera un poco de desconfianza en el comprador y opta por ir a la tienda física.
Según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) es un mercado que va creciendo en España, pero de manera lenta. “La compraventa de frescos es uno de los segmentos que presenta más retos por la sensibilidad del producto” afirma en su web, y agrega que quien consiga conjugar el menor coste con la mayor calidad, ganará la confianza del consumidor, un factor clave para la venta.
El mercado en España
Aun cuando en nuestro país empresas como Mercadona, Carrefour, El Corte Inglés y DIA ofrecen estos servicios de venta de productos frescos online, los consumidores no terminan de habituarse debido a la importancia que además tiene la cadena de frío a la hora de la entrega.
Mantener la cadena de frío a lo largo de todo el proceso de distribución, que va desde la cosecha, captura o fabricación del producto hasta el consumidor final, obliga a tener controlado los valores relativos a la temperatura y la humedad de los productos perecederos. Si no se cuida este detalle se puede ver afectado el producto en cuanto a sus propiedades de sabor, gusto y olor.
Normalmente, la entrega de este tipo de productos se debe realizar en plazos de entre 12 y 48 horas y la devolución no es una opción, ya que el producto deja de ser fresco y pierde valor tanto para el productor como para el comprador. De allí el valor que además adquiere el uso de mensajería instantánea (teléfono móvil y particular, WhatsApp) para que el repartidor pueda estar en comunicación directa con el consumidor.
Empresas de transporte como SEUR, detallan en su web que cuentan una flota especializada, que tienen los medios para garantizar la calidad de los productos que requieren temperatura controlada entre -2ºC y +8ºC y las entregas se realizan por servicios preferentes.
La normas y la confianza
El Acuerdo sobre Transporte de Perecederos de Naciones Unidas, regula de forma estricta las condiciones en que deben transportarse los alimentos para garantizar que los productos conservan sus propiedades. Por eso, dispone una serie de temperaturas de transporte y conservación para los alimentos:
- Productos ultracongelados y congelados (crema congelada, pescados, moluscos, crustáceos congelados) : entre -10ºC y -20 ºC.
- Productos frescos (mantequilla, leche, carnes y aves): entre 4 ºC y 6 ºC.
Tomando en cuenta esta normativa, las empresas deben dedicarse a romper la barrera de la primera compra, para crear el hábito en el cliente. La atención inmediata y cercana, siempre genera confianza cuando se trata de compras online, y se convierte en algo fundamental cuando tratamos la adquisición de productos perecederos.
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