En el mercado de e-commerce actual los negocios han de evolucionar y actualizarse constantemente para no quedarse atrás en cuanto a la comunicación y venta de sus productos al usuarios final. Cuando una tecnología es demasiado incipiente es lógico tener ciertos temores a la hora de decidir si adaptarse o no. Hacerlo en un canal no consolidado puede hacernos perder dinero si finalmente fracasa. Por el contrario, llegar tarde a un canal nuevo con respecto a la competencia puede suponer la pérdida de cuota de mercado o incluso la desaparición del negocio. Es por ello que es imprescindible establecer una estrategia omnichannel para poder adaptarse a los cambios y ofrecer nuestros productos desde todos los canales posibles siempre priorizando la integración. No obstante, estas son las estrategias que debes tener en cuenta a la hora de planificar tu negocio online.
Estrategia temporal
El omnichannel no es solo estar en muchos canales de venta al mismo tiempo, sino conseguir llegar a tiempo para que el cambio merezca la pena. Muchas tiendas físicas apostaron hace años por competir también de manera online y las que supieron adaptarse antes han partido con ventaja. Es necesario tener un plan previo de los cambios que pueden surgir, las tecnologías que se van a lanzar y contemplar todos estos cambios como una oportunidad.
Estrategia por canal
No se trata de estar en todos los canales, sino en aquellos que tienen más potencial según nuestro mercado y tipo de producto. Es fundamental identificarlos y evaluarlos para decidir en cuáles incidir más. Por ejemplo realizar una app específica para las smart TV. Es posible que en la actualidad ese canal no sea atractivo para una tienda de suministros de automóvil, pero sí para la venta de productos electrónicos. Es importante realizar análisis previos para poder elegir dónde utilizar los recursos.
Estrategia de integración
El valor del omnichannel es la integración. El usuario tiene que ser capaz de ver un anuncio en la tele, buscarlo en el móvil mientras camina por la calle y realizar la compra desde su portátil en su casa. Nuestro producto y nuestros servicios tienen que ser accesibles y atractivos en cada una de estos canales ya que de lo contrario se pierde la oportunidad de lograr una venta. La debilidad de uno solo de los canales debilita la estrategia entera.
Pero la integración, la clave de todo, no debe darse solo en la promoción del producto, sino en toda la cadena de suministro, empezando por la disponibilidad (no debe haber diferencias de stock de una plataforma a otra), la atención al cliente o el medio de pago. Al final el objetivo es dar una buena experiencia al cliente para facilitar la toma de decisiones y potenciar el consumo.
Estrategia de medición
La mayor ventaja del comercio digital es la capacidad de medir todas y cada una de las fases de compra de un cliente, desde el momento en que ve el anuncio hasta el momento en que realiza el pago. Como todo es medible, es mucho más fácil tomar decisiones racionales basadas exclusivamente en datos objetivos, de manera que los cambios y la evolución de nuestra tienda online resulte mucho más sencilla de administrar.
Es necesario que toda tienda online tenga claras sus estrategias omnichannel en el e-commerce. Definir objetivos, medir tiempos, implementar integraciones, analizar los datos y tomar decisiones. El consumidor actual quiere acceso total a los productos desde cualquier dispositivo y en cualquier situación. Los canales no son excluyentes, sino complementarios y los cambios deben reflejarse rápidamente en todos.
¿Has definido ya tu estrategia omnichannel en tu e-commerce? Cuéntanos qué acciones has tomado y cómo te han resultado.