Los comercios han asaltado ya plenamente el universo online, y lo han hecho para quedarse. No obstante, la primera dificultad, y uno de los puntos más relevantes a la hora de comenzar una andadura con un establecimiento de comercio electrónico, será decidir cómo se cobrará a los potenciales clientes, teniendo siempre en mente la idea de facilitar lo máximo posible el proceso de compra y tratando de disipar, a su vez, la posible desconfianza que estos métodos pueden llegar a generar en los consumidores. En ese sentido, existen diversas soluciones de pago para un e-commerce, cada una de ellas con sus características y puntos fuertes y menos fuertes, los cuales deberán ser debidamente explorados antes de decantarse por una o varias de estas opciones.

Principales soluciones de pago para el e-commerce

TPV virtual. Se trata de un contrato establecido entre la tienda online y la entidad bancaria que permite cobrar a los clientes mediante tarjeta de débito o crédito haciendo uso (normalmente) de una pasarela de pago que el propio banco posee. El pago es ágil, transparente y seguro, y la mayoría de los bancos ofrecen esta opción a los e-commerces, a cambio de un coste que oscila entre los 5 y los 10 euros mensuales más un pequeño porcentaje por cada venta.

Transferencia bancaria. Consiste en un movimiento de fondos entre dos cuentas: la del comprador, que paga, y la del comercio online, que los recibe. Hablamos de uno de los métodos que más tranquilidad transmite a los clientes (es la solución preferida para los pagos superiores a los 2000 euros) y sin costes adicionales para los e-commerces. No obstante, el proceso suele ser más lento, ya que el pedido no es procesado hasta que no se recibe la correspondiente confirmación del ingreso. Además, existe la posibilidad de que los clientes tengan que soportar un recargo por transferencia.

Paypal. Plataforma de pago que gestiona por sí misma las operaciones, sin compartir datos financieros con los destinatarios. Al encontrarse integrada en la mayor parte de paquetes de comercio online, es actualmente una de las alternativas más fáciles de implementar para recibir pagos de una manera sencilla y segura, y además goza de un enorme prestigio. Eso sí, se cobra una tasa de descuento al comerciante.

Pago contra reembolso. La opción más recomendada para las tiendas que aún están dándose a conocer para subsanar las posibles dudas que puedan surgir en los clientes. En estos casos, el cliente paga directamente al mensajero al recibir su pedido a domicilio; suele llevar un coste asociado para el vendedor, que corresponde a un recargo para la empresa de transporte.

Domiciliación bancaria. Una opción que suele utilizarse principalmente para comercios B2B y para la contratación de productos y servicios con pagos recurrentes. Ofrece muchas facilidades, pero debido a sus requisitos (autorización previa, comprobaciones…), el primer pago suele ser bastante lento. Además, suele llevar asociado un pequeño coste para el vendedor.

Pago y recogida en establecimiento físico. En caso de contar con tienda física, el cliente tiene la posibilidad de hacer el pedido por Internet y recogerlo por sí mismo.

Futuras tendencias. Aunque aún son soluciones minoritarias, los pagos mediante dispositivos móviles, los monederos virtuales, opciones como Google checkout o monebookers (similar a Paypal) o los pagos con bitcoins estarán muy presentes en el e-commerce del futuro.

Una vez observadas todas las posibles soluciones de pago para un e-commerce, los propietarios de una tienda online podrán valorar los métodos que más les convengan en función del tipo de producto o servicio ofrecido, para lo cual siempre es recomendable buscar el asesoramiento de especialistas en la creación de establecimientos online.