La situación actual de España dista mucho de ser la idónea para llevar a cabo negocios. Un gran número de empresas, desde pequeños autónomos a grandes compañías se han visto afectados por la crisis económica y han sido muchos los que han tenido que cerrar sus puertas. Pero los que han conseguido aguantar el tirón, deben plantearse cómo están funcionando para evitar caer por la coyuntura.
Una de las opciones para cambiar la forma de hacer las cosas la encontramos en la internacionalización: conseguir vender a otros mercados emergentes o menos castigados por la crisis puede ser una excelente ayuda para “campear el temporal”. Y, ¿qué mejor manera para la internacionalización de los productos o servicios de una empresa que a través del comercio electrónico?
Por supuesto, a través del ecommerce se puede conseguir vender en otros países sin necesidad de montar un equipo comercial en ellos de una manera más rápida, sencilla y con menores costes. Gracias a internet, llevar tu negocio a todos los rincones del mundo es relativamente sencillo (y más aún si ya vendes online en España), pero algunos puntos que se deben tener en cuenta para evitar problemas a posteriori:
- Logística: Es necesario que sepamos a qué países vamos a vender y que sepamos qué gastos de envío nos va a suponer y si aun así podemos seguir siendo competitivos en otros mercados. Para ello, es necesario que se valore si estamos preparados para gestionar estos envíos, así como si vamos a poder afrontar este sobresfuerzo.
- Aspectos legales: Para vender a otros países, es necesario que sepamos si lo que estamos vendiendo es legal en este país así como otras posibles restricciones en su venta por edad, área geográfica, horarias…
- Aduanas: Para la exportación a muchos países existen diferentes restricciones y aranceles que deben pagarse. En ocasiones, además, pueden surgir problemas con la entrada de bienes en países foráneos que puede derivar en demoras en los envíos, algo que hay que tener en cuenta a la hora de vender fuera.
- Atención al cliente: Es importante que si tenemos clientes de fuera de España seamos capaces de dar servicio a las posibles dudas, reclamaciones, opiniones que nos hagan llegar, teniendo en cuenta que aquí la lengua puede convertirse en un problema. Prácticamente imprescindible es contar con personal capaz de atener a las dudas en inglés (guste más o menos, idioma casi universal), pero también habrá que tener en cuenta otras lenguas si nuestro mercado se centra en áreas geográficas específicas y donde puede que sus habitantes no hablen inglés (y mucho menos castellano) como el chino, el árabe, el ruso o el portugués, en función de nuestro mercado.
- Precio relativo: En ocasiones, un precio que pueda parecer competitivo en un país, en otro puede convertirse en un artículo de lujo. Es necesario de antemano estudiar los mercados a los que vamos a vender para comprender si realmente se adapta al poder adquisitivo de sus habitantes.
- Marketing: Para poder llegar a los diferentes mercados, no va a bastar con traducir la tienda online y habilitar los pedidos al extranjero, va a ser necesario dar a conocer la tienda online en este mercado. Para esto, es necesario conocer cómo se comportan allí los consumidores y, si no se conoce, una buena opción puede ser externalizar esta actividad con empresas locales de donde queremos vender.