Poco a poco, el m-commerce, el comercio electrónico a través de los dispositivos móviles, va despegando. Gracias a la normalización de los smartphones y los tablets, cada vez más usuarios hacen sus compras online sin necesidad de un ordenador. Por eso muchas empresas de comercio electrónico han invertido en desarrollar aplicaciones para facilitar el proceso de compra a través de estos dispositivos, pero, ¿cómo se comporta el consumidor?
Según un estudio de Nielsen, los e-compradores a través de dispositivos móviles acuden antes a la web del retailer que a la aplicación desarrollada específicamente para este uso. La razón es que los usuarios nuevos de los smartphones a menudo encuentran más sencillo entrar directamente a la página del retailer que tener que descargar la aplicación, además de que en numerosas ocasiones las búsquedas se realizan directamente desde la web por lo que se accede al checkout desde ella misma.
Es cierto que hacer una primera compra desde la aplicación es un proceso más costoso, puesto que precisa más pasos, pero una vez descargada la app, es mucho más probable que se repitan compras a través de este canal porque el usuario se encontrará con ella cada día en su menú.
El estudio determina también que las estrategias de las empresas respecto al m-commerce debe tener en cuenta que también es una herramienta de apoyo muy útil para aquellos retailers con tienda física, puesto que es posible combinar ambas estrategias en las tiendas bricks-and-mortar consiguiendo sinergias que traigan tráfico a ambas.