Los clientes son globales: ¿por qué ceñirse a vender localmente? Las tiendas online son fácilmente adaptables al mercado internacional y siguiendo una buena estrategia de envíos se pueden llegar rentabilizar rápidamente los envíos a otros países.
Estrategias de precios: transparencia y honestidad
Antes de pensar en los envíos internacionales lo mejor es tener clara nuestra estrategia de precios. Ya hemos hablado de cómo enganchar a los clientes teniendo en cuenta factores psicológicos, económicos y de calidad. Pero es obvio que la mayor preocupación de los vendedores a la hora de realizar envíos internacionales son los costes de logística y cómo eso incluye en el precio final del artículo.
A la hora de fijar las tarifas para el mercado local e internacional es importante tomar una decisión sobre si es conveniente incluir los gastos en el precio del artículo (la estrategia del envío ‘gratis’) o bien indicarlo aparte. Haciéndolo de la primera manera tendremos mejor imagen de cara al cliente pero los precios de nuestra tienda serán a primera vista más caros que los de la competencia que decida no incluirlos. Al ponerlos por separado conseguiremos mostrar precios muy atractivos en la primera impresión pero habrá un porcentaje de clientes que no completen el proceso de compra al verse intimidados por unos costes de envío con los que no contaban.
La mayoría de herramientas de ecommerce como Magento, Prestashop o Woocommerce permiten exportar las tablas de precios que las compañías de logística envían a sus clientes.
Tarifas internacionales: homogeneizar el mercado
El coste del envío suele ser uno de los costes más a tener en cuenta a la hora de realizar envíos internacionales. El primer paso es elegir un proveedor logístico y averiguar cuánto cuesta cada envió a los diferentes mercados.
Lo más sencillo en términos de gestión es aplicar el coste correspondiente a cada envío individual, pero este sistema no aprovecha las economías de escala y la estrategia de envíos múltiples. Un método más eficiente de cara al público suele ser la tarifa plana. Se trata de calcular un precio de envío medio y aplicarlo a una gama de productos suficientemente amplia. Algunos tendrán un gasto de envío superior al que le correspondería por peso y dimensiones mientras que otros sin embargo tendrán un coste de envío inferior. Hacer esto hace que los clientes tengan mucho más claro el precio que van a pagar al final (siendo el coste del envío siempre igual) cosa que genera confianza, y además suele simplificar la gestión de los costes con las empresas de transporte.
Además de esta estrategia existen otros métodos que aprovechan los envíos masivos de productos para ahorrar costes. Sin embargo a pequeña escala es más difícil de gestionar.
Métodos de pago: facilitar las compras
Una tienda que vende a nivel global tiene que tener en cuenta que cada mercado utiliza divisas y medios de pago distintos. Es posible que en unos sitios esté más extendido el pago con tarjeta mediante un TPV virtual, pero en otros puede ser más popular el pago mediante aplicaciones como PayPal.
El objetivo final es facilitar el proceso de compra para aumentar las ventas. En países con una alta tasa de penetración de internet y el pago electrónico, los medios de pago directos son los más sencillos. Pero habrá mercados en los que sea más recomendable usar el clásico sistema de pago contrareembolso o mediante transferencia.
Proveedores logísticos
No es solo si el paquete llega, sino cómo llega. Elegir a un buen proveedor logístico es vital para el buen funcionamiento del negocio. Para tomar una buena decisión en esta área hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
Tiempos de entrega. A menor tiempo de entrega mayor coste. Dependiendo del tipo de producto y del tipo de tienda podremos permitirnos unos márgenes u otros. El tipo de transporte es importante. Enviar algo en avión es más barato que enviarlo en barco, pero a menudo es más caro. Para rebajar costes sin perder mucho tiempo en la entrega las empresas a menudo compran ‘espacio’ en contenedores donde viajan productos de varias empresas. De esta manera se centraliza el envío y se divide el coste final. No es tan eficiente como contar con nuestro propio servicio de envíos, pero subcontratar ciertas fases del ciclo a empresas especializadas puede suponer ventajas extras.
Comunicación y seguimiento. Para muchos clientes es importante poder seguir su compra en todo momento. El método anterior en este caso no sirve, pero hay que intentar ver este servicio como un extra y no como un coste añadido. Si se vende bien, el cliente lo apreciará como un valor añadido y estará dispuesto a pagar más.
Precio. Obviamente uno de los factores decisivos. Hay que encontrar un equilibro entre el tipo de servicio que queremos ofrecer y el precio que el cliente estará dispuesto a pagar por adquirir nuestro artículo. En ocasiones trucos como disponer de un punto de recogida en lugar de un servicio de entrega a domicilio nos ahorrará bastantes costes.
De una buena logística depende el éxito de nuestra tienda online. Herramientas potentes y versátiles como Magento, Prestashop o WooCommerce pueden dar solución a la venta de los artículos pero eso sólo es la mitad del camino.
¿Hay alguna estrategia que hayas implementado con éxito en la logística de tu ecommerce?