El concepto de gamificación es relativamente nuevo, aunque es algo que se lleva aplicando desde hace bastante tiempo en el marketing tradicional. Es un proceso que usa mecánicas propias de los juegos con el fin de animar a los usuarios a interactuar con la web de una manera más frecuente y profunda. En el contexto del ecommerce, la gamificación resulta especialmente útil para conseguir por ejemplo, que los compradores escriban reseñas de los artículos, recomienden productos, den consejos o incluso que compren más.
Todo el proceso está enfocado en presentar unos objetivos conocidos y medibles a los usuarios, de manera que un comprador no use la web simplemente para comprar, sino que dedique más tiempo y amplíe su experiencia con el fin de lograr estos objetivos, cuya consecución suele acarrear ciertas recompensas.
El proceso
La gamificación se divide en tres partes:
- Desafío: en esta parte se enseña al consumidor la posibilidad de participar en algo más allá que un tradicional proceso de compra y se le anima a probar.
- Instrucciones: una vez aceptado el desafío hay que explicar claramente en qué consiste el proceso y qué va a ganar el usuario haciéndolo.
- Recompensa: una vez completado alguno de los desafíos, es hora de ‘cobrar’ las recompensas, que pueden ser desde puntos de descuento a una simple felicitación. Todo dependerá de la estrategia de la empresa.
Ejemplos de gamificación
Dependiendo del tipo de empresa , producto y/o servicio habrá ciertas estrategias de gamificación más adecuadas que otras.
Puntos por visitas. Se pueden otorgar puntos a los usuarios registrados solo por el hecho de visitar la web. Gracias a esto incrementamos las posibilidades de que alguno vea algo que le interese y compre. Esos puntos se pueden canjear por ventajas a la hora de adquirir un producto (como acceso exclusivo, descuentos especiales o eliminación de gastos de envío, por ejemplo)
Objetivos. Parecido a los puntos, aunque en este caso se requiere que el usuario cumpla unos objetivos determinados para conseguir la recompensa. Por ejemplo: si llegas a 20 comentarios tendrás un 10% de descuento en tu próxima compra. Si alcanzas los 50, el descuento será del 15%, etc. Gracias a este tipo de acciones la actividad en la comunidad de la web se incrementa mucho y a la larga afecta positivamente en las visitas y en la visibilidad del sitio.
Fans y ‘likes’. Cambiamos los puntos y las estrellas por los fans y los ‘likes’ en Facebook y otras redes sociales. Es la manera más sencilla de gamificar nuestra tienda online ya que no se requiere un software específico ni herramientas concretas, solo marcar unos objetivos: ‘si llegamos a 1000 fans, descuento’, ‘si compartes esto con cinco amigos, promoción’, ‘si nos mencionas en Twitter, sorteo’…
Competiciones. Es una de las estrategias más antiguas pero que siguen funcionando bien hoy en día. Se trata simplemente de hacer un concurso y dar premios. Gracias a Internet el proceso de participación se ha vuelto extremadamente simple y no suele ser necesaria una gran inversión para conseguir notoriedad y promocionar la tienda online mediante uno de estos concursos.
Juegos. No puede faltar en la gamificación los juegos en sí. Cuando Facebook introdujo los juegos el objetivo final no era que consiguiéramos muchos puntos, sino que permaneciéramos más tiempo en la red social, lo que implica que probablemente los usuarios pincharán más en la publicidad o verán más anuncios.
Un ejemplo práctico y muy conocido es el de Linkedin. La red social laboral por excelencia ha incluido la gamificación desde muy pronto. El objetivo para la empresa es que los perfiles de usuario de su red sean lo más completos y verídicos posible, lo que da valor al conjunto de la Red, y para ello anima a los usuarios a completar su perfil por etapas, dando consejos o recordando alguna parte que no está terminada. Después de esto se asigna un valor al perfil (como ‘Eminencia’) lo que al menos aparentemente, añade valor al propio usuario gracias al efecto psicológico de tener un perfil más profesional habiéndolo completado según las instrucciones.
¿Cómo aplico la gamificación a mi tienda online?
Como es habitual, las plataformas más populares de ecommerce suelen contar con extensiones o módulos que centralizan todo el proceso de gamificación para hacerlo medible y cuantificable, lo que implica que podremos sacar conclusiones relevantes del comportamiento de nuestros usuarios.
Para Magento existe la herramienta eCommerce gamification Suite, una extensión que nos permitirá gestionar los objetivos del ‘juego’, especificar las reglas, asignar puntos, compartir los logros en redes sociales etc. Esta extensión anima a los usuarios a hacer análisis de los productos, realizar compras (con un equivalente de dinero en puntos, por ejemplo), o invitar a otros usuarios a registrarse en redes sociales.
De manera similar funciona el módulo para Prestashop: Customers Expertise, ya que con esta herramienta se podrán crear todo tipo de recompensas cuando se cumplen ciertas tareas (resgistrarse en la tienda por ejemplo) y otorgar las recompensas que se hayan determinado (un descuento directo en los productos de la misma tienda).
La gamificación está cada vez más integrada en todo tipo de tiendas online gracias a su efectividad para fidelizar a los consumidores. No obstante no es algo para todo el mundo, ya que muchos usuarios huyen de este tipo de acciones por resultarles molestas o incómodas. Sin embargo, conociendo bien el mercado y el producto que estamos vendiendo, una estrategia de gamificación es bastante aconsejable para la mayor parte de los negocios online.