En ocasiones, cuando se monta una tienda online, no se tienen en cuenta todos los factores que pueden hacer que nuestra tienda sea un éxito o un fracaso. Estos cinco puntos son algunos de los fallos que se suelen cometer a la hora de empezar con un site e-commerce:
- Exceso de tiempo de carga y navegación complicada: En ocasiones, cuando se monta una tienda online se olvida el principal motivo y destino de la página: vender. Muchas tiendas online cuentan con diseños y presentaciones impactantes y realmente bonitas, y páginas con una cantidad de colores y entes moviéndose por la pantalla que estéticamente la hacen muy visual, pero que ralentizan el tiempo de carga de la página y hacen que completar el proceso de compra sea más complicado, por lo que el número de conversiones descenderá.
- No disponer de buscador de productos: Cuando se pone a funcionar una tienda online, siempre hay que intentar facilitar al máximo el proceso de compra a los clientes, que no necesiten pasar en la página ni un segundo más del tiempo que estimen necesario para hacer la compra. Así que cuanto más facilidades, más fácil será que complete sus compras.
- Proceso de compra largo: En ocasiones, cuando se hace una compra online, lo que se busca es la facilidad de poder hacer la compra en un solo click. Pero esto no siempre es así, en ocasiones algunas tiendas online, una vez que te has decidido a hacer la compra pasan a un proceso de pedido en el que aparecen pestaña tras pestaña pidiendo más datos, añadiendo gastos y haciendo que la tasa de abandono del carrito en medio del proceso de compra sea muy alta.
- Información del producto insuficiente o engañosa: Puesto que el comercio electrónico tiene la barrera de no poder tocar ni ver in situ el producto, es de recibo que la página aporte tanta o más información sobre el producto como el consumidor pueda ver en una tienda física. Con esto, será más fácil comparar entre productos, elegir el que más se adapte a las necesidades del cliente y lo más importante, generan confianza en el consumidor que sabe realmente qué es lo que va a comprar.
- No dar datos de contacto: Si bien cada vez los usuarios están más acostumbrados a hacer compras por Internet, aún existe cierta desconfianza a la hora de realizar transacciones de comercio electrónico. Si el vendedor se muestra abierto a responder las dudas, sugerencias y consultas de sus clientes, estos se darán cuenta de que realmente existe un vendedor detrás, que se trata de una tienda al uso en la que poder confiar si el proceso no se completa como se esperaba o ante posibles complicaciones.