Son muchos los mitos que rodean a cada uno de los avances tecnológicos. Que si las máquinas iban a quitar el trabajo a las personas, que si la televisión iba a acabar con los periódicos… Es cierto que todos los avances influyen en los estilos de vida, haciéndola en muchos casos más fácil y llevadera. Y por tanto, el comercio electrónico, no es una excepción y también modifica los comportamientos de las personas al integrarse en su vida diaria. ¿Cómo afecta el comercio electrónico a nuestra calidad de vida?

Según un estudio realizado por Deustche Post DHL a 1800 europeos la conclusión principal es clara: la gran mayoría de los compradores online consideran que sus vidas han mejorado con el comercio electrónico. Entre las razones por lo que creen esto hasta un 44% habla de la propia naturaleza de la compra online que provoca felicidad.

Además, hasta un 75% de los encuestados afirmó que las principales ventajas del comercio electrónico recaen sobre aquellas personas que por unas razones o por otras, no son capaces de llegar a los puntos de venta tradicionales, así como para aquellos productos que por sus características o rareza son complicados de encontrar en el comercio tradicional, pudiendo así llegar a todos los hogares.

Hasta un 66% dijo que comenzaron a disfrutar la feria desde el momento que se realizó el pago de la compra, incluso durante el proceso de espera hasta la entrega de los productos comprados. Por la diferencia temporal entre el pago y la recepción del producto, son muchos los usuarios que afirman que parece que “reciben un regalo” al recoger el paquete. Además son muchos los usuarios que destacan que el no tener que hacer colas así como el tener disponibilidad total de horarios hacen que prefieran estas compras.

¿Datos demasiado “bonitos»? Puede que lo parezcan, es cierto, pero parece que a nivel europeo es una tendencia.